25 de diciembre de 2014

Coexistencia

Como siempre, a la cuarta caguama, empecé a despotricar en contra de ellos… sé que siempre lo hago aunque la impresión del holocausto zombie pasó hace un chingo. Ahora nos hemos acostumbrado a verlos deambular por donde sea, con sus brazos levantados, con esa peste a tierra húmeda y carne putrefacta que solo ellos tienen. Por mí no hay pedo, de verdad que no, soy una persona tolerante y de mente abierta pero lo que en verdad me caga es que causan un pinche tráfico de mierda, se les rompen los brazos con la madre esa de los cambios o se les cae un ojo en un semáforo y ahí vienen los accidentes y nadie hace nada.

Mi tía Servanda (la rata de iglesia) decía que era un castigo divino por tanto pecador caminando por la calle, por tantos hombres y mujeres que hacían caso omiso de la ley de Dios y también por tanto político corrupto. Mñeh, algún pendejo con un cóctel de virus, esporas multiformes, magia negra y un pinche desprecio por la humanidad (o necrofílico el puto) nos trajo la vida después de la muerte aquí en la tierra.

Es una reverenda mamada. Da Vinci decía que una vida bien usada te llevaba a una dulce muerte, y conozco muchas personas que vivieron de acuerdo a esa premisa para disfrutar incluso en su última morada, pero se encuentran con que, cuando su cuerpo se hincha y desecha todos los fluidos esos tan bonitos que guardamos y su carne cambia de color, a su cuerpo regresa una compulsión más grande que el descanso eterno y salen de sus tumbas. Por eso a veces ni los entierran, nomás les avientan un pinche trapo encima y les sacan la vuelta, le han quitado el misticismo y respeto a la muerte, lo trivializaron a más no poder. Me acuerdo que cuando se murió mi primo Cosme, lo treparon en una mesa de billar y se cagaron de la risa cuando el vato despertó a los seis días oliendo aún a tequila y marihuana y sin saber donde estaba.

Ya me encabroné. Además, mi hija la Cuquita se la ha pasado llorando toda la semana porque el pendejo de su vato la dejó por una morra que se mató en un accidente automovilístico el mes pasado. Hablé con él después de que mi niña quiso cortarse las venas para ser también zombie y recuperarlo (vieja tenía que ser la babosa); quería que me contara que se siente que en verdad se le salgan los ojos a la morra cada vez que se la mete... ah, y claro, si es mejor que mi niña que late por todas partes.

Aparte ya empezaron a aumentar los impuestos para la cría de humanos en invernaderos para que se alimenten de ellos porque quesquelos cerebros hidropónicos no saben igual. Que la chingada, ni siquiera redondeo mis pagos y ahora resulta que tengo que dar una lana extra para que el pendejo de mi vecino no venga en la noche a meterme un popote en la oreja y me absorba lo que tenga dentro o se coma a mis hijos antes de la cena.

Yo digo que va contra la naturaleza que humanos y zombies compartamos los mismos espacios. Debemos darles descanso eterno.

19 de diciembre de 2014

Desconfianza


Por @engentada

Siempre odié ir a la escuela. Odiaba salir de mi cama calientita al frío de la calle, con un suéter de acrilana que, además de feo, no calentaba un carajo. Y además con falda. Odiaba estar encerrada horas enteras en un salón de clase con otros 39 muchachillos roñosos y poco simpáticos, y tener que dejar la comodidad de hacer lo propio en el baño limpiecito de mi casa, para ir a mear de aguilita a un cubículo oscuro, frío y apestoso. Odiaba tener que cambiar un desayuno recién hecho por un sándwich de religioso jamón, cada día de la semana, con la servilleta tozudamente pegada al pan. Odiaba tener que intercambiar monedas por bebidas, hacer cualquier deporte o relacionarme con otra gente. POR DIOS, LA GENTE. Niños en la fila de los dulces. Niños en la fila para el baño oloroso. Niños en el patio, en el salón, niños en las canchas, niños, EVERYWHERE.
Si mi escuela primaria matutina urbana federal no era el infierno, estaba muy cerca de serlo. Ahí fue donde conocí el absurdo término "trabajo en equipo". GOD WHY. Siempre hay un bruto que trabaja por todos. A mi no me ha gustado nunca depender de nadie para hacer mis cosas. Por lo tanto yo era esa bruta. No era capaz de confiar en mis compañeros para hacer labores simples, no podía esperar que las cosas se hicieran bien si no las hacía yo. No sé si era lo que pretendían mis maestros al encargarnos sus fregaderas, pero aprendí que desde mis nueve pequeños años soy INCAPAZ de confiar en otra gente.
Nunca me ha gustado tomar taxi sola, no me gusta la gente que se me acerca en la calle a hacer plática casual, si no conozco el lugar al que voy, la primera vez debo ir acompañada, procuro sentarme sola en el autobús, no me acerco a coches en movimiento y siempre miro por sobre mi hombro cuando alguien viene caminando detrás de mi. La desconfianza es algo inherente a mi, construida en base a sinsabores y malas experiencias. No hay punto medio para mí, o desconfío o no, y la confianza, siempre frágil, se prueba para mí a diario. Conocer y confiar son conceptos separados, y desafortunadamente eso también me ocasiona problemas serios: la gente que me rodea siempre está a merced del severo escrutinio impulsivo de mi cerebro. No hay acciones desinteresadas de gente que no conozca, la gente que se me acerca de buen talante siempre tiene alguna razón ulterior. No quiero comprarte nada, no hay razón para que me mire así, señora, ¿por que me sonríes, estúpido? No te sientes junto a mí en el autobús, por favor, ponte audífonos, no me preguntes la hora...

13 de diciembre de 2014

Las mujeres de los directores, una infografía.

Muchos directores de cine reconocidos suelen usar un estereotipo de heroína o de villana en sus películas. Aquí una muestra de los más obsesivos con el tema.

Infografía: Beatrix G. de Velasco

8 de diciembre de 2014

Irak.

there are worse things than
being alone
but it often takes decades
to realize this
and most often
when you do
it's too late
and there's nothing worse 
than too late...
Bukouski.


 Lo admito, tenía miedo. Las piernas me temblaban mientras me acercaba a él. Hacía ya mucho tiempo que no me sentía así cuando alguien me veía de esa manera. Su voz. Sus ojos. La manera en la que movía las manos. Todo era nuevo para mí. El color de su piel iba cambiando, sus manos se tornaban frías y pálidas pero su cara era cada vez más roja. No podía entender lo que decía. Todo era lento e incomprensible.  La luz blanca que al principio me cegaba se torno negra de manera inexplicable. De repente  escuché su voz más clara y más cerca. Volví a apretar mis manos frías y temblorosas. Perdí la noción del tiempo y  fue hasta que una oleada de aire helado volvió insoportable el sudor frio que recorría mi cuerpo desde adentro hacía afuera, desde mis tensas entrañas que querían salirse de mí por el miedo…Sí, tenía miedo.
Pregunté si aun me amaba y me contestó algo que no entendí. Seguí encima de él dando por hecho que su respuesta había sido un sí. Sus manos frías en mi cara, su rostro cada vez más rojo, sus ojos ya no me veían como al principio. Su voz eran gritos que ahogaba a besos intentando quedarme con su aliento  y sus pies… sus pies ya no se movían ya no peleaban. Dejo de pelear pero no me moví. Aún quedaba vida en sus ojos, la misma vida que me había robado a mi año con año, mentira tras mentira y sus promesas incumplidas. Al fin escuchaba el silencio, la plena soledad en la que siempre había estado pero que nunca antes había escuchado.
-¡Muévete! Me despertó…
-Te detesto. Pensé, justo antes de aventarme por la ventana.

6 de diciembre de 2014

Como abrazos en la puerta de hierro

Todo era oscuro. Teníamos la posibilidad de un último acuerdo para caminar tomados de la mano y llegar a la frontera para poder ver nuestros rostros sobre el río antes de cambiar.
                                          Ebodio Armenter



El futuro anunciado ha llegado y mi vida ha cambiado.
Puesto y dado esto, ahora siento que ya no soy el mismo. 
Si antes me costaba aceptar ciertas decisiones que no iban conmigo, ahora las busco para sentirme mejor.
Platiqué esto con un común y corriente y dice que es normal y que me vaya acostumbrando porque más adelante tal vez hasta me extrañe sentir el deseo de ver programas televisivos de chismes tercermundistas. Y la neta si llegara a tener razón, no creo poder soportarlo. Ante tal magnitud no sé qué pasaría.
Preferiría andar en algún triciclo vagando con cumbias bonitas.
Llegada la noche antes de dormir me puse a bien a analizarlo, y por más que le rascaba para encontrar una razón a esto, no daba con nada. Hasta que recordé que dichos cambios comenzaron hace aproximadamente un año cuando tuve un suceso por demás peculiar. Fue en la calle Juárez, enfrente de la alameda, ahí me encontré un sobre cerrado con una carta dirigida a Juanita López de parte de un anónimo según ahí decía y del cual a un lado tenía un signo empastado color azul con gris.
Entre lo extraño de lo extraño no fue encontrarme la carta, sino que al recogerla y verla, no había absolutamente nadie alrededor hasta que de repe de la nada y muy lentamente, apareció un carro color fiucha en el que un sujeto de lente oscuro y ensombrerado, riéndose, me enviaba la buena vibra con su mano izquierda. Me recordó al presentador de grupos norteños Jesús Soltero.

La carta decía: “Suerte; te vas con cuidado. Y no aceptes ofertas de gente desconocida, aunque te ofrezcan unos krankys o boligomitas.
Y si el tatuador te ofrece un precio más barato, no lo aceptes porque puede ir de por medio una infección marciana. Acuérdate que éstos le pagan a los tatuadores para conseguirles seres como tú.
Como quiera ahí hay espías nuestros y a veces logran evitar esas sorpresas. Ponte aceite y cuida tus alas. En la calle exagera tu protección, porque estarás sola y no habrá alguien con seguridad que te cuide.
Y te insisto, si alguien te genera confianza y necesitas mínimo hacerle una pregunta sobre alguna dirección, abstente de eso, más vale que te pierdas y tardes en llegar a que te tengan capturada en algún lugar lleno de comensales.
También no cargues la llave de la casa. Déjala abajo del tapete o enterrada en la maceta. Si te llegan atrapar es mejor que lo hagan sin la llave. Suena duro pero es más accesible conseguir gente como tú que conservar un lugar seguro que esté totalmente limpio y libre de animalitos espías.
Yo espero pronto salir de aquí. Llevo aquí tres días y ya me hicieron la base, sólo me faltan los rayos y las luces. Adelante de mí hay diecisiete personas e imagino que en menos de un día ya estaré libre. Si no pasa nada malo, te veo mañana por la noche para elaborar el siguiente plan y completar el grupo en el que sólo faltamos nosotros dos.
Cuídate mucho, muñe. Inyéctate la metusta y duerme bastante para que cuando salgas a la calle traigas los ojos bien pelones, ¿va?
Hasta mañana".

Esta carta lo define todo. Hace más de un año fui adicto a los krankys y lo dejé bajo amenazas del psiquiatra que no paraba contra mí: "Eres un obsesivo, un segundón que pretende ser como tu hermano mayor y que lo único que logras es alejarte de él. Uno más, teniendo una vida totalmente insípida. ¡Loooser!".

Ya conforme pasaba el tiempo cada vez menos me daban ganas de salir a comprar krankys en la tienditas. Así me fui deprimiendo más y más con sus fuertes adjetivos. Pero a cambio de eso él me alentaba a consumir cerveza. Y sí señor/señorita, lo hice obviamente porque necesitaba consumir algo.

Ahora he caído en cuenta que fue lo más saludable. Que si no hubiese sido por el Doc no hubiera salido de ese ritmo de vida rodeado de krankys. Incluso tal vez ahora ya no la estuviera ni contando. 
En cambio ahora con mi hermano paso más tiempo con él, ya que como se hizo compulsivo del krankys lo cuido una buena parte del día tres veces por semana. Ya soy más felíz.
 
Pero hay algo que me falta. Volviendo a lo de la carta. Y que ya sé porqué tengo esos cambios en mi vida. Es algo que no había confesado porque consideré intrascendente y sin importancia: Estoy por cumplir un año que trabajo en una empresa que me pagan por regalar krankys a la gente en la calle. Y si a mi jefe, que me vigila desde un edificio a unos seiscientos metros de distancia, le parece alguna persona que tenga muy buen potencial, le dispara con escopeta láser de larga distancia que los inmoviliza para que se los lleven en un carro color fiucha.

1 de diciembre de 2014

Diario



Para Flora Chacón, por su ayuda y apoyo en los ejercicios textuales nocturnos, en la búsqueda de remendar un corazón...

Jueves, junio 30, 2011
El sol me despertó esta mañana, después de una noche inquieta en la que los mosquitos masacraron mis brazos, abrí los ojos y ahí estaba, el nudo en la boca del estómago que me anuncia la certeza de un golpe mortal directo a mi mallugado corazón. Las ganas infinitas de llorar no se alejan, es un deporte extremo esto de parpadear para alejar el agua salada de mis ojos
Enciendo el celular, con la esperanza guardada dentro de un mensaje de texto que no llego en la madrugada, que no llega con el sol de verano; el nudo me hace sentir su presencia, vuelvo a parpadear alejando la lluvia maldita que amenaza con tormenta en mi rostro, quiere bañar el millón de pecas que ahí habitan.
No se vale, me grita mi adormilado cerebro; no se vale dar el todo por el todo y no recibir más que migajas, mi corazón moribundo le contesta con un halo de voz marchita, eso es porque esperas, nunca hay que esperar nada de nadie, porque entonces te dejaran tal como estamos en este momento, madreados, puteados, a la espera de que un trago de tequila nos llegue, para que arda la herida, pero a la vez comience a cauterizarla.
Ya no parpadeo tanto, el agua que amenazaba con salir en fuertes torrentes por mis lagrimales se ha dispersado, al menos por el momento, porque es seguro que esta noche la tormenta arreciara con toda su plenitud, dejando desolación y vacío a su paso.

No queda más que intentar deshacer el nudo de a poco, soltar el llanto hasta mezclarlo en un caballito de tequila reposado, cantar a José Alfredo, dominar el arte de embriagarse por despecho, y volver a despertar, con una cruda espantosa, el mismo nudo que no se larga, y la esperanza de un puto mensaje.

25 de noviembre de 2014

En el segundo recinto





Llegó a casa cerca del mediodía: le gustaba la soledad y el silencio que se respiraba en cada rincón de su santuario. Su hermano en otra ciudad, su madre en la iglesia y el desgraciado de su padre tres metros bajo tierra, a Dios gracias .

Salieron huyendo de las deudas, pues una mujer sola no podría absorber tales compromisos productos del juego, la borrachera y sabrá el demonio que más. Era indignante ver a su pobre madre mendigar por una prórroga de dos días, soportar que la vieran esos infelices con una lujuria que hasta a él le hacía hervir las entrañas. Aunque muchas veces pensaba que si ella accediera a las peticiones de alguno de ellos, su vida mejoraría no tendría que dejar a Vero, a quien le encantaba explorar y hacer que sus mejillas se tornaran de mil colores. Puta a fin de cuentas, como todas las mujeres.

Odiaba el día que tuvo que dejar su pueblo, arrastrando dos maletas, cabizbajo tras su madre. Le carcomía el cerebro recordar a Vero diciéndole: Joaquín, no me dejes ahora… Quiso gritar, patalear y hacer valer su voz, arremeter contra la frágil determinación de su madre como lo había hecho siempre; estaba dispuesto incluso a no respirar, a matar de nuevo a su padre con tal de quedarse, pero no lo hizo. Dejaría de vivir para los recuerdos, tomaría las riendas de su vida como quisiera, abandonó la idea de dios y los demonios y en alguna parte del viaje, su mente torció el camino.

Y ahora se encontraba la jodida carta escrita con la impecable letra de su madre:

Quinito:

Yo te dije que no podías seguir con tus malsanas aventuras…

Desvió la mirada para recordar las tetas blancas y el cuerpo maduro de la que fue su mujer. De su olor a polvo seco, de sus años marchitos y de la locura que tenía en el corazón tan joven. Que a sus 19 años una matrona de tales cualidades lo hubiera seguido como girasol al astro padre era de sus más grandes logros. Cómo la había perseguido por todos los lugares, apelando a su amor, a su inocencia, a su pasión y al último la doblegó con su perversión.

Hablé de tus chingaderas con el señor cura…

¿Qué ella que? ¡Cómo pudo hacerle eso! Que hablara con ese fósil sobre sus cargos de conciencia era una, pero que le hablara de la vida e intimidades de su hijo no tenía nombre. Ese vejete con ideas arcaicas no podía opinar nada del amor carnal porque simplemente no sabía que era. Volvió a sentir como se le nublaba la vista y su cabeza palpitaba, deseó tenerla de nuevo entre las manos para poder ejercer presión sobre su cálido cuello y arrebatarle el placer de acabar con su vida.

Por la memoria de tu abuela te juro que no puedo vivir con esto. Hoy terminará nuestra locura.

Siempre sacando a su nana en los momentos de arrepentimiento. Debería mencionarla cuando la hacía bramar como perra en celo.

Te espero en el infierno.
Tu madre que te ama.





22 de noviembre de 2014

De mátrias y otros espacios


Primero que nada el paisaje, cambie de ver el hermoso mas turquesa todos los días a los cerros y el frío, la comida por supuesto elemento cultural de gran importancia en la  península, con nuestras propias comidas, condimentos, etc.
La música otro elemento que puedo señalar, aunado claro a la separación física de la familia, los amigos y claro después de vivir en estas zonas turísticas voy a abusar y decir la lejanía de lo cosmopolita. Esto último ¿por qué? Por ocho meses estuve trabajando en un hostal en donde día a día conocía y convivía con gente de muchos lugares del mundo, desde Nepal, Sudáfrica,
Corea, Holanda, Australia, Israel, Inglaterra, Suiza, Francia por mencionar algunos en donde nos comunicábamos –o tratábamos de hacerlo- generalmente en inglés y claro aprendiendo frases o palabras de muchos otros idiomas, ahora puedo decir Salud! En más o menos 15 idiomas, – mis papas están orgullosos já!- el retorno a la realidad pues ha sido difícil.

Está por demás decir que al principio quise salir corriendo y no queria hacer nada hasta que una amiga me dijo algo muy sabio: Tu experiencia aquí va a ser tan buena o tan mala como tú quieras. Nada más cierto, sin duda hay muchas cosas que aun extraño de mi terruño – o mátria como diría Don Luis González y Gonzáles – pero ya no cierro los ojos ante las cosas atractivas que me brinda esta oportunidad, independientes a las académicas.

¿Qué quiero decir con esto? Simple, no debemos olvidar mirar los beneficios que nos brindan los cambios y lo que podemos aprender de estas experiencias por quedarnos mirando lo que dejamos atrás, al menos como primera lección eso es lo que trato de hacer ahora.  Y ustedes, no dejen de hacer lo mismo, este país es hermoso, si gente, su comida, forma de vivir y pensar diferente en cada parte, eso  es una gran riqueza que no me canso de admirar.



19 de noviembre de 2014

Las Finanzas


Por @engentada


—Métete a trabajar conmigo a ?#$*cable, —me decía el amigo de un exnovio, cierta ocasión en que le estaba hablando de mi incipiente necesidad de un trabajo —siempre están solicitando personal en el área de atención a clientes, y yo te ayudo con eso de las finanzas.
"Óras, no mames", pensé, "si tengo que ver con finanzas entonces es un área de trabajo en la que no tengo experiencia, mejor no", y decliné su muy amable ofrecimiento.
Poco sabía yo de lo que él estaba hablando, y en pláticas posteriores, conforme me fui dando cuenta, su léxico incluía la palabra "finanzas" no como lo define nuestro diccionario de la lengua española aprobado por la RAE:


finanza.


(Del fr. finance).



1. f. ant. Obligación que alguien asume para responder de la obligación de otra persona.


2. f. ant. rescate (‖ acción y efecto de rescatar).


3. f. ant. rescate (‖ dinero con que se rescata, o que se pide para ello).


4. f. pl. Caudales, bienes.


5. f. pl. Hacienda pública.





No sé, lo cierto es que él utilizaba (igual que muchas otras personas, como desubrí después) la palabra "finanza" como eufemismo de "tranzar".
Sí, vil, directa y cabronamente, si alguien te habla de que se metió a trabajar a una cadena de algún negocio ya sea desde un banco hasta una hamburguesería y te refiere el término "finanza", ES UN PINCHE RATERO.
No, no me da cuyo andar diciendo nada acerca de alguien que poco o nada tiene que ver conmigo a efectos de conservar su imagen de buena persona.
Años más tarde, escuché a otra amiga decir lo mismo acerca de otra franquicia. Y después otro amigo. Y luego OTRO. En ese momento no dije nada pero por dentro estaba, como decimos las personas bien, "sacadísima de pedo, goey". ¿¿QUÉ CHINGADOS, GENTE??


Cuando era niña, mi madre tenía un perro muy inteligente llamado Toby. O Skippy. O algún nombre común de perro común que la gente común le pone a sus perros. La familia del que años después sería su cuñado tenía una miscelánea en donde todos los de la colonia compraban, y su perro se acostumbró a acompañar a mi mamá y a todos sus hermanos a la miscelánea, con la mala suerte de que el perro eventualmente aprendió a ir solito, y cuando nadie estaba en mostrador, muy cuidadosamente se paraba en sus patas traseras y se robaba los pays de nuez de la rejilla. Lo más pinche caro de la tienda, iba el perro y se lo robaba. Varias veces fueron los vecinos a tocarle a mi abuelita para cobrarle lo que el cabrón perro les había robado y otras varias correteaban al perro a escobazos.
A mí siempre me han gustado mucho los animales, y la historia del cabrón perro nos fue contada tantas veces que a mi hermano y a mí se nos quedó muy marcado el concepto básico, más básico que sus exnovias y poquito menos viejo que Chabelo: NO ROBARÁS.

NO PINCHES ROBARÁS.

¿Es acaso tan difícil de entender el concepto de "wey, esto no es mío, no debo tomarlo bajo ningún motivo"? Sí, puede ser que me salgan con el viejo argumento de "LAS EMPRESAS QUE TIENEN PRÁCTICAS MONOPÓLICAS NOS ROBAN Y SOLO GENERAN COSAS MALAS", pero yo les digo, con el corazón en la mano, que eso vale pura madre. Si tienes oportunidad de hacer un "negocio" personal con bienes o dinero de la empresa donde trabajas, quiere decir que no solo eres un maldito chango desleal, sino que además estás pateando la cazuela de los frijoles de los que tragas, porque imagino que tienes un sueldo (y si no, qué pendejo).

No voy a decir que me duele el México ni nada así, la verdad México no puede valerme más verga en estos momentos. Lo que sí me preocupa es que gente que considero de mi confianza me salga con pendejadas de esta clase, ¿qué puedo esperar de ellos en caso de que en un futuro lleguen a desempeñar un cargo público? ¿que hagan "finanzas" con dinero que ni es de ellos? ¿cómo podría, yo, que soy una persona pequeñita, hacer algo en contra de su estúpida necesidad de tener más de lo que les corresponde por su trabajo? ¿cómo puedo yo censurar o decir nada en contra de alguien que de verdad está convencido de que no está haciendo nada malo? Deténganse un momento a reflexionar, amiguitos financieros, si están leyendo esto: ¿a quién perjudican? ¿a su empresa? ¿a ustedes? ¿de verdad están beneficiando su propia economía? ¿o están cavando, finanza a finanza, su propia tumba y la de todos nosotros?

16 de noviembre de 2014

Apodaca Wonderland


Polvo. Parques industriales regados por doquier. Calles atravesando en medio de desolados e inmensos terrenos baldíos semidesérticos que van a dar a colonias perdidas en medio de llanos y cañadas. Jinetes a caballo que de repente te salen al paso de tu coche. Lugares con venta de chela en horarios "prohibidos". Mercaditos de generación espontánea, casi "happenings" que aparecen y desaparecen en un tris. Vecinos con peda y música a todo volumen a mitad de semana. Esto y más es ese lugar mágico y surrealista llamado Apodaca.

Voy para 10 años de haberme mudado a vivir a esta rara tierra. La mitad de mi vida la pasé en la civilización, si es que así se le puede llamar a Monterrey. Luego pasé una breve estancia en el municipio con ínfulas de San Pedro, es decir en San Nicolás de los Garza. Para luego iniciar una nueva etapa de mi vida a esta locación de cabrito western movie.

La primera señal de que ya no estaba en la ciudad me llegó cuando vi como amanecían los botes de basura destripados a lo largo de toda la cuadra. Perros, ingenuamente pensé yo. Pero pocos días después Protección Civil dio con los culpables: Una pareja de jabalíes, a los cuales les habían estado dando caza desde hacía semanas. Solo pudieron atrapar a la hembra, el macho se les peló.

O cómo cuando después de un huracán, salí con mi mujer a recorrer las calles de la colonia a pie. Camino hacia Soriana Huinala descubrimos regados a la orilla de la banqueta lo que en principio creí eran insectos. Pero no, resulto que eran langostinos. Es fecha que no entiendo de donde o cómo llegaron hasta ahí. Algunos de ellos seguían vivos y pataleando en los charcos puercos que había dejado la lluvia.

Ni que decir de la colonia Pueblo Nuevo. El "Mos Eisley" de Apodaca. Recorrer su avenida principal en fin de semana es de ciencia ficción. Los extraterrestres ni falta hacen con toda la folclórica fauna que se pasea por esos rumbos. Ya hasta iba practicando mi gesto Jedi por si me paraba una patrulla de storm troopers.

Hago una pausa en mi texto mientras espero a que pase encima de mi el rugido del avión maniobrando para aterrizar en el mal llamado aeropuerto de Monterrey. Hace tiempo que le perdí el miedo inicial a que los jets fueran a estrellarse encima de mi colonia. Solo espero a que se alejen.

Y bueno, continuemos. Estaba algo intrigado, y empecé a leer un poco más de este lugar. Resulta que Apodaca en realidad está formado por siete pueblitos regados en su territorio, de los cuales nació el municipio como tal. Estos son San Miguel, La Encarnación o "La Chona" como le dicen, El Mezquital, Huinala, Agua Fría, Santa Rosa y el mismo pueblo de Apodaca. Que ni era Apodaca, sino Hacienda San Francisco. Ahí está el dato cultural, pa´ que luego no digan que se fueron en blanco de este blog.

No puedo decir que he aprendido a amar este lugar. No se puede amar lo que no se entiende, y hoy día sigo sin comprenderlo. Sin embargo he aprendido a disfrutar de sus bondades. Salir a carretera estando ya prácticamente fuera de la ciudad y su eterno tráfico es liberador. Leche y queso fresco a la venta justo a un lado de las vacas de donde salió. El aire es más puro y limpio. La ardiente resolana de verano se compensa con noches más frías. Cerveza disponible a cualquier hora. Y espacio, mucho espacio. En este aspecto Apodaca siempre me recuerda el cierre de Trópico de Cáncer, de Henry Miller:

"Los seres humanos constituyen una fauna y flora extraña...
Más que nada necesitan estar rodeados de suficiente espacio:
de espacio más que de tiempo".

6 de noviembre de 2014

La punta de hierro

No más krankis no más boligomas.

Carta de Los Adefesios según Pancracio

Esta puta madre de estarte escribiendo para que todo lo entiendas me lleva a la idea de que cuando repartieron las misiones a todos, las que a mí me dieron fueron manipuladas.

Tus pinches ideas de que todo tiene que estar basado en la locura para que las historias funcionen nomás tú te la crees.
Y ya no estoy dispuesto a meter una inversión más basado en tus argumentos.

No entiendo por qué en muchas historias citadinas soportan tanto la existencia de los locos.
O por qué cuando están dando esbozos en su inicio de locura y ya saben que se nos va a venir el desmadre, nadie, ni un personaje ni el creador o escritora labora por hacerlos a un lado o desaparecerlos.

Siempre abusamos de los locos. Las historias no tienen que ser siempre pertenecidas a sus putos caos.
El mundo inventado no es lo que suponen, Brianda.

Sí-sí-pero-también-por-otro-lado-acepto-que-la-entereza-no-tiene-que-ser-siempre-equilibrada-pese-a-que-pueda-parecer-contradictorio.
Porque no se le da el lugar que merece.

Creo que la racionalidad sanita a veces da mucho más qué hablar que la locura. Pero bueno, como ésta otra posiblemente es la que muchas veces suele pagar bien, es la que termina siendo la cara bonita de la moneda.

La locura es chantajista y aunque te empute tener que aceptarlo alguna vez vas a tener que hacerlo antes de que llegue el año 2000.

¡Brianda, Brianda, ra ra ra!
Comprende, que no me importará si sigues apoyando a los esclavos ahora que planean modificar las alas de algodón para sus peleas. No importa, tú échale ganas para que te vaya bien y puedas cumplir lo que deseas.
Dedicarte a otra cosa es lo tuyo, como trabajando con nosotros. Lo traes en la sangre. No por otra cosa te agarramos. Eres toda una promesa. Toda una maravilla.

Decidas lo que decidas no nos volveremos a ver.
Mi nave está bien quemada por el sol y me han pedido que busque algo reciclado y con nueva clave.

Oye, apóyate con los carros fiuchas.
Ni de pedo te van a dar pistolas láser pero van a estar pasando por tu casa después del camión de la basura.
  
No es necesario pedirte prudencia porque se supone que ya la tienes reactivada, tampoco trates de hacerte pendeja; pero si la vuelves a regar, te voy a poner en las revistas de moda para que regreses a los anaqueles que tanto criticaste.

Yo no prometo. Yo cumplo.

No rompas la carta. La haces bolita y la guardas abajo. El cartero está trabajando gratis y le estamos pagando con comida. Pinche mugrero nos sirve pa´engañar la panza. Te guardé unas maruchas que me trajeron del futuro.

Anhelo verte de nuevo.
Prender el sonido y cantar por las noches.
Tu voz volver a escucharla.
Me dejaste grabada why do stars fall down from the sky everytime you walk by? Just like me, they long to be, close to you.....

Te extraño.

Chris.

4 de noviembre de 2014

Buena manera de empezar el día.


Desde hace tres meses empecé a trabajar de noche para una línea de autobuses, haciendo reservaciones y ese tipo de cosas, mi horario es de 10pm a 6am, y aunque es sencillo y cómodo, porque realmente no hay mucho trabajo en la noche, para los que ya lo han hecho (trabajar de noche), saben lo fácil que puede parecer en un principio, sin embargo, después de una semana, empieza a tornarse cansado. 
Porque a pesar de que duermes durante el día, es necesario dormir las ocho horas para que nuestro rendimiento sea pleno. 
El caso es que, con un trabajo de 40 horas a la semana, escuela en las mañanas, y mi maravillosa novia, no tengo un horario fijo para dormir, simplemente duermo cuando pueda, donde sea.

Por lo tanto mi celular está lleno de alarmas, en caso de que un día me quedé dormida a las 6pm en pleno sillón tal cual narcolépsico, pueda despertarme para ir a trabajar para las 9, digamos, y no despertar de pronto a las 4am y decir "Demonios, me quedé dormida, falté al trabajo" (Me ha pasado)

Y no importa si tu día empieza a las 6 de la mañana, a las 12 del día, o a las 10 de la noche, no hay nada mejor que levantarse con una actitud positiva, por eso es que la canción que pongas para tu alarma es muy importante.
Porque... qué pasa cuando lo primero que escuchas en las mañanas es el sonido standard de alarma del teléfono? Obviamente, hace que digas "tonta alarma del teléfono", y la quieres apagar y volverte a dormir.

Pero cuando una de tus canciones favoritas, que además, es movida, aparece representada por tu alarma para despertar, hasta amaneces feliz, hasta dices "Hoy será un día maravilloso..."

Es por eso que les presento mis canciones favoritas para la alarma de mi celular, para siempre comenzar el día con el pie derecho: 



Empezamos por la genial voz de la chica de Gossip, y sus movimientos al bailar, la canción es toda positivismo, te dice Move in the right direction, un día a la vez, avanzando, sin miedos, un paso más cerca, motivada.

(También funciona ir caminando mientras la escucha, tiene el mismo nivel de impacto en tu día)


La segunda es Satellite, porque Lena es hermosa, y la canción es muy pegajosa. 




Cómo olvidarnos de Kylie Minogue? 










Y por último, mi canción favorita definitivamente para despertar, es esta, pero ESTA VERSIÓN. Es excelente, escúchenla y bailen!








Aquí les dejo la lista en Spotify, por si quieren escucharla.


Saludos, y que tengan un excelente día!

1 de noviembre de 2014

It Rains




La mente se resiste a olvidar las cosas hermosas,
Se aferra a ellas y olvida todo lo doloroso,
Mágicamente anonadada por la belleza.
-Gioconda Belli, Esto es amor –




Cae suavemente,
Como una caricia del más fiel amante,
La lluvia en mi ventana,
Dejando a su paso,
Gotas pequeñas de esperanza.

El olor de la tierra mojada,
Intoxica mis sentidos,
Electricidad,
Truenos,
Suspiros.

En el horizonte,
Tu reflejo,
Arcoíris,
Suspiros.

Recuerdos de piel,
Savia y saliva,
Humedad y caricia,
Tierra mojada,
Semillas plantadas.

Ventana,
Café,
Mantas al hombro,
Recuerdos de tu piel,
Llueve.





Falls gently,

As a faithful lover caress,


The rain on my window,

Leaving in its wake,

Small drops of hope.



The smell of wet grass,

Intoxicates my senses,

electricity,

thunder,

Sighs.



On the horizon

Your reflection,

rainbow,

Sighs.



Memories of skin,

Sap and saliva,

Humidity and caress,

Wet soil

Seeds planted.



Window

coffee,

Blankets on their shoulders,

Memories of your skin,

It rains.

 
biz.