28 de junio de 2015

Hoy por mí, y por todos.

Hoy, amigos, vengo a hacerles una petición, un acto de buena voluntad, apadrina a una persona con déficit de audífonos.

Es fácil identificar a estos individuos, van por la calle, o en el transporte publico con su música a todo volumen. No dejes que estas desgraciadas personas sigan con este problema que se vuelve de todos.

Tal vez no sientas responsabilidad alguna, pero ponte en su situación, son personas torpes, con poca capacidad de razonamiento, no entienden que a los demás no nos importa lo que están escuchando.

¡Apadrinalos, la próxima vez que encuentres a una persona así en desgracia, dona unos audífonos, todos te lo agradeceremos. Tener un ambiente libre de música pendeja depende de ti!


"Unos audífonos una sonrisa, me tiene harto el reguetoooon"




25 de junio de 2015

La verdadera historia de Hyroné

Hay historias en este mundo que no ven la luz pública porque no tienen la medida justa de importancia, es decir, son demasiado o son muy poco. Pero hay otros mundos donde la historia no significa más que la distancia hasta donde los recuerdos son capaces de llegar. Pueden ser olvidadas y no por eso insignificantes, lo más probable es que sean tan fuertes que deben vivir selladas en la cima de la montaña.
Como lo que te voy a contar ahora.
No te distraigas con mis cabellos sin color, ni de mi ancestral vejez y mucho menos cuentes los pliegues de mis labios. No soy importante, mi relato lo es. No preguntes mi pueblo ni mi clan, porque de lo que te hablaré está arraigado al universo, es la base de éste, tu podrido y desperdiciado mundo.
Él era el esclavo supremo de ésta tierra sin poblar. Vivía soñando guerreros, buscando al Maestro del Valle del Olvido en sus ratos de ocio, cuidando este pacífico paraíso que su Amo le obsequió para que olvidara lo que por su voluntad tenía que hacer en el campo de batalla.
¿Campo? Estaba provisto de varios fantasmas, propios y extraños… su Amo se divertía de ver la majestuosidad de sus alas desplegadas contra la inmensa nada, se hipnotizaba con las escamas de un azul esmeralda sufriendo por obtener una victoria que no se recordaría, porque no pensaba dejar nada escrito ni crearle espectadores. 
Pero no contaba con el peor fantasma que azota las almas independientemente de las veces que hayan sido recicladas: la soledad.
Los corazones, ya sean de dragones o de gorriones necesitan esperanza… él la encontró una noche invernal: a lo lejos la vio entrar al Bosque del Destino, caminar descalza sin rumbo fijo, con una extraña combinación de extrañeza y seguridad. Se aprendió sus pasos y un buen día salió a relucir a media batalla. Y empezó una diferente, donde no sabía si era fantasma, animal, ilusión o fantasía pero para él fue real, tan real que la esperaba para cuidar su camino nocturno.
No sabía que para ella no existía. Que se dirigía a rezarle a Phátum porque un árbol con un color por cada dirección de la rosa de los vientos ejercía en ella un poder tan magnético que la sacaba del sueño. Desconocía que en sus frutos encontraba sus amores perdidos, sus ilusiones inconclusas y un temor aterrador. Él olvidó sus luchas, se concentró cada día más en tenerla para él pero ella no tenía alas, no tenía escamas y el único fuego lo llevaba por dentro.
Sé que mis palabras están llegando más allá de cuando él soñó que la tenía, que podía amarla como amaba sus paseos, sus oraciones y hasta el llanto de su corazón atormentado. Encontró la solución: le ofreció una última batalla a su Amo, la que él eligiera con tal de dejarlo convertirse en humano.
Y con toda su crueldad el Amo le entregó la batalla: hazla pedazos. De la peor manera, será lo último, será sublime: enamórala, róbale el alma, el cuerpo, hazla sentirse en el paraíso y en lo más alto de tu vuelo pártela. Que no quiera nada, que te entregue sus lágrimas de dolor y sólo con ellas podrás ser de carne y hueso. Que en la culminación de sus ilusiones muertas renazcas como el fénix que habrás de ser.
Fue cuando Behemoth y Leviathan abandonaron el Dandain. 
Nosotros y nuestras tribus hermanas tenemos el privilegio de proceder de aquel dragón azul esmeralda que se enamoró del alma del universo.

22 de junio de 2015

Gran Vía 1628.


Otro mundo era posible.
Eso es lo que decían
y eso es lo que pienso.
Así en tiempo pasado,
en tiempo muerto.

Refugio mi hambre en un local de comida
rápida.
-Un McDonald's en la Gran Vía-
Veo autos pasar, veo gente.
Un viejo tiembla esperando el bus,
y yo puedo sentir su frío,
y también me puedo sentir vacío.

Intento leer las noticias de un diario,
sus  notas trágicas,
sus falsas esperanzas.
Una guía para vivir más,
Una guía para morir mejor.

Comienza a hacerme compañía un dolor.
-Así es fácil perder el hambre-
Abandono la charola a su suerte.
Niños cadavéricos se aprestan a acometer mis sobras.
La limonada, el pan,
esa  carne que sabe a campo de concentración.
A matadero.

Aunque la tienda de autos,
la zapatería y la cantina
estén pletóricas de fe
hay algo muy roto en el espíritu del tiempo.

Salgo buscando sosiego
pero no lo encuentro.



19 de junio de 2015

Fanfics.

Por @engentada.
Yo soy rebelde porque el mundo me ha hecho así.
No, de verdad.
Durante la secundaria atraviesa uno normalmente por muchísimos cambios. Y uno de los más significativos fue mi carácter.
Yo solía ser la típica niña callada, que disfrutaba simplemente de quedarse refugiada en la frescura del salón de clases dibujando o leyendo que salir a correr como endemoniada a un patio a 40° de temperatura. Esa clase de persona que cuando empieza a hablar demasiado rápido o demasiado fuerte porque le apasiona el tema, se disculpa. Nunca fue con afán de agradar, más bien de no desagradar. Era muy retraída, y sin embargo siempre he sido una persona muy relajada y tranquila, especialmente en el ámbito académico; la educación básica no me costó ningún trabajo y sacaba 9 sin considerar que me estuviera esforzando.
Y también, siempre he sido BIEN PINCHE OTAKU.
Seguramente una de las primeras series de anime que vi fue Saint Seiya, Remi, Candy Candy, Heidi, Fly, La Princesa Caballero, Mazinger Z, Meteoro o alguna contemporánea. La televisión abierta hizo posible que yo viera series que mi hermano ya había disfrutado años atrás, y no le hice ningún asco a los monitos japoneses de ojos enormes e historias alocadas. A través de Super Campeones, Dragon Ball, Zenki, Las Guerreras Mágicas y Sailor Moon fui creciendo y cada vez me interesaban menos y menos otras opciones de animación (a excepción de Disney porque, pues, DISNEY). Para cuando llegó Pokémon a Cartoon Network yo ya era una otaku de pies a cabeza. Y me comenzaba a juntar con otakus igual o más otakus que yo, quienes me dieron a conocer series tanto anteriores como recientes. Y luego, Pokémon llegó a televisión abierta. Y con él, el merchandise creció y el fanbase creció al grado de que yo tenía primitos que nunca en la vida habían oído hablar del término “anime” que coleccionaban las tarjetitas y llenaban el álbum.
Por aquél entonces yo era una muchachita de primero de secundaria, con 11 años, con los ojos abiertos y la imaginación despierta. MUY despierta. Al grado de que de repente los arcos argumentales de mis series favoritas ya no me llenaban… y empecé a escribir.
Escribía lo que escribiría una niña de 11, obviamente sin ningún rasgo de carácter ni ninguna pretensión, más que  simplemente desahogar –y organizar -lo que yo imaginaba, de alguna manera. Mis universos alternos realmente no tenían ningún sentido, saltaban personajes de otras series por aquí y por allá sin razón aparente y tampoco sin continuidad. Pero lo disfrutaba. Evidentemente yo no sabía que lo que estaba haciendo no solamente yo lo hacía y que recibía el nombre de “fan fiction”. Simplemente escribía. Tenía una libreta que llevaba conmigo para todas partes (OHHHH GRAN GRAN ERROR), y si algo se me ocurría, lo escribía. Si me aburría, escribía. Si me sentía triste o frustrada o molesta, escribía. Nadie más lo leía, yo era la única que conocía su contenido y la única que tenía control total sobre todo eso que me hacía sentir bien.
Al menos hasta que cierta vez se me ocurrió llevar la libreta conmigo a casa de una tía en el DF.

Imagínense el ambiente en mi familia en ésa época, que la frase que voy a utilizar es “en ésa casa, yo estaba al final de la cadena alimenticia”. Los niños que se quejan de bullying hoy en día no podrían soportar una sola hora con mi familia. Por ello, casi siempre me la pasaba sola. El jardín de mi tía era muy grande y allá me pasé cierto día varias horas contemplando la vida pasar, caminando de un lado a otro, disfrutando el aire fresco. No se me hacía raro que nadie hubiese venido a molestar porque usualmente jugábamos dentro. Al hacerse de noche, resolví que sería mejor entrar, por aquello de los mosquitos. De repente escuché carcajadas dentro del cuarto de mi prima, en donde me quedaba a dormir. Entré y, OBVIAMENTE, estaban leyendo mi libreta. Específicamente estaban leyendo una carta que escribí desde la perspectiva de Misty, envolvía un universo alterno de Pokémon en donde ella se separaba del grupo y confesaba finalmente lo que sentía por Ash (SHIPPERS ALWAYS GONNA SHIP). Cuando entré me miraron todos y, OBVIAMENTE, empezaron a burlarse de mí. Va a sonar muy mamila pero la verdad no recuerdo mucho de lo que pasó después, seguramente les quité la libreta y corrí a esconderme por ahí a llorar.
En la escuela pasaba algo muy similar. De mis cuadernos desaparecían dibujos de los personajes que me gustaban o me robaban las cosas de uso común que llevaba a la escuela que tuvieran algo que ver con el anime. Sabía que no podía ser igual que ellos así que simplemente optaba por quedarme callada, cuando realmente ardía en ganas de poder gritarles que no sabían nada y que definitivamente yo no estaba equivocada por apasionarme por las cosas que me gustaban.
Hasta que me dije “¿y por qué no?”. No tenía por qué soportar ninguna de esas cosas. Me gustaba escribir. Me gustaba el anime. Me gustaba dibujar. Me gustaba peinarme como Sakura. Y ése día me puse a gritar como posesa en el salón a los que me molestaban. Grité que me dejaran en paz. Que nunca iban a entenderme y qué bueno. Que era demasiado para sus cerebritos de mico. Y entonces, uno a uno se fueron, dejándome sola con mi silencio y con la nueva fuerza que había encontrado: el poder de defender no en sí las cosas que me apasionan, sino a mí misma, a mis intereses, a mi personalidad y a mi entorno.
Continué escribiendo, dibujando y expresándome durante toda la preparatoria, que era un mundo muchísimo más abierto y amigable que la secundaria. Tenía amigos músicos, amigos otakus, amigos skaters y amigos escritores, y sobre todo, amigos sensibles que nunca me hacían menos por amar las cosas que amaban y al contrario, me impulsaban a ir siempre más lejos. Y por ellos estoy agradecida de no haberme dejado pisotear.

17 de junio de 2015

Ciclos


En las calles de Westfalia extrañaran a Jürgen Klopp por muchas razones, una de ellas es por todo lo bueno que le dio al Borussia Dortmund en estas siete temporadas. 

El tipo como jugador fue la cosa más tosca que se haya visto: solo imaginen a un defensa alternando las posiciones de defensa central y delantero centro. Feo, feo. Pero los dioses del fútbol se apiadaron nuestro, y el hombre como entrenador fue todo lo contrario, y vaya que lo hemos disfrutado.








No está muy lejos de la realidad quien se atreva a decir que, seas del equipo que seas, es imposible odiar a este hombre. Puedes ser del Real Madrid, y "odiarlo" por el 4:1 que de buena gana les encajó Lewandowski, o por haber rechazado ser su DT, varias veces; puedes ser del Bayern, y "odiarlo" por romper durante dos años seguidos con la hegemonía que ejercía dicho club en Alemania; o puedes ser del Schalke04, y odiarlo porque, bueno, eres del Schalke04. Lo que no podrás negar, es que te sacó una sonrisa mientras lo veías brincar y celebrar los goles; mientras se "comía vivos" a los cuartos árbitros, o mientras le gritaba y le celebraba los goles a Pep Guardiola en la cara, porque bueno, podía hacerlo. 






Este hombre anunciaba en rueda de prensa a finales de marzo, que prescindía de su contrato, y pedía al club, lo dejara ir de buena manera, haciéndose responsable por la floja campaña del equipo, noticia que dejaba perplejo a todo el mundo del fútbol, ni hablar de los borussers...

Para este hombre no hay más que agradecimientos y elogios: por hacer del club, un punto de referencia de buen fútbol, por hacernos delirar con esas triangulaciones tan psicodélicas, y por hacernos ver el fútbol de una manera diferente. Dios sabe que este deporte necesitaba color y alegría, en una época donde se le ve tan politizado, tan economizado, tan sucio... Por todo eso, simplemente, gracias por ser usted.  





El club al que decida irse debe entender varias cosas: deben entender que fichan un técnico irreverente y controversial, empedernido, carismático, y pare usted de contar. El club que lo fiche debe entender que, en ediciones "elegantes" de la Champions League, no saldrá a la cancha un sujeto con un traje de miles de euros, sino que allí estará un tipo con su típico mono, chaqueta y gorra. Deben acostumbrarse a que en ruedas de prensa escucharán respuestas del tipo: "hemos perdido porque hicimos un partido de mierda". Pero sobre todas las cosas, deben entender que tras ese montón de disparates habrá un DT, que además de victorias y títulos, le dará al club y a sus hinchas, la sensación de sentirse querido, amado y apoyado por todo el mundo del fútbol, y eso compensa cualquier cosa.






Danke, Kloppo, danke und Echte Liebe, BVB09

15 de junio de 2015

Festival de la Cerveza Monterrey 2015

Celebrado del 15 al 17 de Mayo del 2015 en la Cd. de Monterrey y siendo su segunda edición del festival, definitivamente empieza a tomar importancia para los amantes de la cerveza artesanal mexicana, aquellos que disfruten de presentaciones musicales locales y una amplia gama de comida.




Productores de cerveza se reúnen en algún tipo de expo al aire libre para ofrecer sus opciones e innovaciones de productos a precios de entre $35.00 a $50.00 pesos. Mencionado lo pasado, no pensé dos veces en tomar mi cámara y salir hacía la explanada de la Arena Monterrey, lugar donde se llevó a cabo el evento.

La temperatura era de 32°C y la espera para accesar al estacionamiento fue suficiente para estar histéricamente sediento, me comenzaron a explicar que con tu entrada al evento (de $135.00 pesos aprox.) tenías derecho a dos testers de la cerveza que tu eligieras, no hice mucho caso y me dirigí a la primer recomendación que me dieron.


Belgian Blond Ale de Monterrey


Pedí el tester y después el vaso completo, tal vez fue por ser la primera cerveza del día pero me cautivo por completo y, ya, sin histeria empecé a sumergirme en el festival.



Los toques toques fueron cortesía de los chihuahuenses de Bárbara.



Era hora de elegir la segunda cerveza del día y me dejé llevar por la recomendación de los regios de:


 Finísima con su Ale Dorada.


Cabe destacar que estas dos cervezas con las que comencé, ya han ganado popularidad en Monterrey, ya que son cervezas que las puedes conseguir hasta en algunos supermercados, pero por mi ausencia en la ciudad no había tenido el encanto de conocerlas. 

La finísima era perfecta, por lo que opté por darle toda la vuelta al festival mientras la bebía chavo-rucamente feliz. 






Tercer elección, Sirena de Agua Mala de Baja California.







Mi segundo tester, jabalí, nuevo producto de Tempus.




Mi cuarta cerveza fue una Agave 7.0% Vol. de XoloBeer, que lamentablemente perdí las fotos de la visita a su stand. Ofrecían tres tipos de cerveza incluyendo una Imperial Stout con 10.3% Vol. que es la especialidad de la Cervecería Duarte siendo orgullosamente regios, el recibimiento que tuve fue increíble, tuve la oportunidad de platicar con su Maestro Cervecero Jesús Ernesto Duarte, y me explicó con gran amabilidad todos sus productos.


Una IPA de Propaganda buenísima.


Quinta Cerveza, Brown de Insurgente.


Sexta, Monte de Reyes del Mestro Cervecero Alberto Martínez, otra de mis favoritas.




Weber asando lo suyo.




Séptima, de los Yucatecos de Patito una Belgian Blonde Ale









Los Good Ole Boys fue una de las presentaciones con más audiencia, ejecutando un excelente country.


Mi octava cerveza y última fue una Blonde de Baja Brewing




Después de mi octava cerveza, estaba listo para partir, la misión había sido cumplida. Quedé asombrado por el festival y su factor más importante, el ambiente local y buena onda que pocas veces se logra apreciar y muchas veces se ve opacado por la presencia de una sola marca comercial de cerveza.

Recibí una encuesta para calificar el festival y una de sus preguntas era que ¿Si te gustaría otro festival en otoño? Espero desesperadamente el anuncio del próximo festival y que siga creciendo.

Me hubiera gustado cubrir un poco más a fondo cada cervecería que visité, pero caí en cuenta que cada stand al que llegaba era un mundo diferente con muchísima información.


¡Salud y apoyen lo local!

13 de junio de 2015

Conspiración



Ruido, tanto ruido. El silencio me trastorna, por eso me voy a cualquier lugar donde el ruido externo sea tanto que el que traigo en mi cabeza se confunda y se pierda entre los ruidos de otros. He de decir que mi ruido suele ser bueno, muy obediente. Es tan sociable y tan orgulloso de sí mismo que en cuanto le abro la puerta y conoce a otros ruidos se integra fácilmente. Pero también es muy caprichoso y en cuanto todo alrededor se silencia, acribilla mi mente. Por eso lo entretengo hasta muy tarde. Lo llevo a la cama cuando está exhausto para que el ruido inevitable que precede al sueño, pase discreto. Lo que pasa es que ahora se me están agotando los lugares estridentes, llevo tanto tiempo así que ya mi ruido se está aburriendo. Pobrecito, yo lo entiendo, la rutina lo tiene harto.
Y es que solemos iniciar el día con los taladros en las calles, esas detonaciones, una tras otra casi lo llevan al éxtasis. Yo siento su emoción cuando cierro los ojos y lo dejo salir libremente a saludarlas. Claro que hace su berrinche cuando los taladros quedan inertes en el suelo mientras los obreros se sientan junto a ellos a comer. Entonces  intento entretenerlo con el zumbido de los autos, pero eso no es suficiente. Así que me lo llevo a la vuelta de la esquina donde hay una ruta de tracto camiones. Esto sí que le encanta, conocer el arranque de los motores y la lentitud con que se mueven esos mastodontes lo llevan a un estado de elevación.
Pero ahí también llega la hora de sosiego y entonces me lo llevo a la lavandería. El ruido de las máquinas, aunque leve, lo entretiene bastante. Pero no es sólo por el “chaca-chaca” de las lavadoras, sino también por el chismorreo entre la amas de casa que se aglutinan a esa hora. Entre el sacudir de la ropa sucia, el rechinar de los controles, el verter de los detergentes y el estruendo del caer de las tapas, se escapan algunas bromas, quejas familiares, actualizaciones de la telenovela de la tarde y recomendaciones para el candor de la ropa blanca. Mi ruido ahí es feliz. Le encanta perderse entre esas voces agudas de jolgorio.  Mas el llamado de sus responsabilidades pronto expulsa a las mujeres del lugar y entonces la lavandería se vuelve un lugar especialmente fastidioso.  A esa hora es cuando llegan los aburridos solterones a lavar una muda de ropa que simplemente vacían en el cilindro para sentarse a leer el periódico y empinarse su gran termo de café con tremendos sorbos. Eso vuelve loco a mi ruido, se desespera y me empieza a patear la cabeza con sus combatientes botas de recuerdos.
Salimos de prisa.
Con la prisa del escape también llega el hambre. Vaya forma de empeorar la situación, por un lado el retumbe lacerando mi sien y por otro el gruñir de mi estómago atacando a mordidas los pocos órganos en buen estado que me quedan. Entonces me voy al comedor más cercano donde haya menos gente. A esa hora, me doy el lujo de torturarme. El ruido de los restaurantes, pero sobretodo la falta de plática de los comensales me recuerda todo. Por más que el ir y venir de los meseros y el repiquetear de los cubiertos intenten arrancar mi ruido, yo me aferro a él en ese momento.
Sí, tengo mi hora masoquista.
Y ahí, sentada, entre el silencio imperante de los solitarios, dejo que el ruido haga fiesta en mi mente. Mientras dura la fiesta me lleno la boca para no darle tiempo al nudo en la garganta y aprieto los ojos para exprimir las lágrimas. El dolor de estómago poco a poco se calma mientras que el ruido apuñala mi cabeza. El ruido no cede, no se cansa, quiere seguir la fiesta.
La explosión es incontrolable. Salgo corriendo, me pego en la ventana del bar más cercano, esperando a que mi ruido se mezcle con los de adentro.
Así es mi batalla cada tarde. Es la hora más larga del ruido insumiso que disfruta atraparme.
Sufriendo así espero el momento del cansancio.
Aguanto esperando la hora que me lleve al ruido.
Al ruido que precede al sueño.
Al sueño que me lleve al ruido sin intención.

12 de junio de 2015

Las mujeres que aman a las mujeres

Celebrar es mi manera de luchar, mi método de defensa es la dicha. Amo a las mujeres que aman a las mujeres y con esto no me refiero a preferencias sexuales sino a identificación como seres humanos.
Celebro las mujeres que desde tiempos inmemoriales sacrificaron su voz para que hoy podamos escribir versos. Celebro a mi mamá que me enseñó a seguirme a mi misma, que me mostró que cualquier camino que quiera emprender nace dentro de mí. Celebro a mi hermana que es la mejor madre sin poner como impedimento para ello su edad. Celebro a mis abuelas que formaron familia sin el complemento masculino, que lucharon y amaron sin culpar ni denigrar a nadie teniendo en cuenta que cada quien es responsable de su libertad. Celebro a mis amigas, cómplices de la vida, espejos de mis emociones, luchadoras inagotables de sí mismas. Celebro a mi prima que cruzó las fronteras y lo dejó todo para seguir el llamado del amor y así encontrarlo todo. Celebro a mi suegra y a mis cuñadas mujeres maravillosas que quitan los lentes de los prejuicios y miran con los ojos llenos de amor. Celebro a las mujeres que no se refieren a otras con insultos porque saben que una mujer somos todas. Celebro a las mujeres que celebran sus cuerpos y no lo utilizan para transacciones comerciales, sino para despertar su pasión con pasión . Celebro a la mujer que se apropia de su erotismo, que no necesita manuales, libros o revistas que le explique como hacer el amor, sino que se sabe erótica como el mismo universo y deja que las mareas, volcanes y paisajes de su interior guíen sus pasiones para enseñarle a su cuerpo el profundo arte del encuentro.
Celebro a la mujer que trabaja por sus sueños, que se quita el signo pesos como meta, e instituye el símbolo de realización en la valoración y exploración de sus dones como método de abundancia y felicidad. Celebro a las mujeres capaces de vivir una etapa a la vez, de saber apropiarse con dignidad del lugar donde las sitúa el tiempo y entonces son niñas,adolescentes, mujeres y ancianas en el momento preciso. Celebro a las mujeres que no utilizan las redes sociales para ofender a otras, que no utilizan diminutivos como "Queridita" "amiguita" "niñita" para tirar indirectas porque saben que esas palabras solo disminuyen a quien las pronuncia y porque además saben que la única manera de ser verdaderas es siendo directas y transparentes. Celebro a las mujeres que no reparten culpas entre los hombres para justificar sus decisiones y elecciones. Celebro a las mujeres que viven sin juzgar y no temen a ver sus errores para corregirlos y hacer de ellos tesoros. Celebro a la mujer que abraza a la naturaleza porque sabe que está en ella, que no tiene miedo a conocer las plantas, las estrellas y los signos del presente sin temor a que le llamen bruja. Celebro a la mujer que no se esconde para ser ella misma que sabe que su corazón es la brújula y entre errores y aciertos construye su esencia. Celebro a las mujeres polifacéticas que saben que pueden ser muchas cosas a la vez, que son profesionales, amas de casa, ermitañas, artistas, que saben que su ser es plural y son investigadoras de sí mismas. Celebro las mujeres que sustentan su felicidad en sí mismas y por ende son torrentes de alegría para los demás. Celebro a las mujeres que saben que la hermosura no la venden y descubren la belleza, elegancia y sensualidad de la naturalidad. Celebro a las mujeres revolucionarias, capaces de pensar y sentir por si mismas y dejan la sumisión para ejercer su misión. A todas estas bellas damas y a las resultantes de sus combinaciones las abrazo y Celebro, por transitar con alas, verdad y sueños este dulce viaje de ser mujer.

Karla Jazmín Arango Restrepo
@karlisjar 

6 de junio de 2015

El parado de cabeza

Eliseo hacía entrenamientos inauditos. Con tal de ganarle a sus hermanos y amigos las retas de 'el parado de cabeza', dedicaba a pararse de pie sobre la cama dos veces al día, todos los días;
el crecimiento que tenía a sus trece años le bastaba para alcanzar el techo para 'endurecer' su mollera, coronilla.
Parado de puntillas hacía su máximo esfuerzo hasta ponerse rojo, mucho más que lo chapeado que habitualmente tenía su cara.
Eliseo pudo haberse apellidado 'concentración total'.

Después de la serie de repeticiones avizoraba el reto del día:
Salía al patio a aguantar más segundos que el día anterior.
Primero en la tierra dura de la casa humilde donde vivía. Y al pasar dos tres años, aún en su adolescencia, ya con un pavimentado en el patio, seguía la misma rutina.

Sin saberlo estaba convirtiendo su cabeza en la cabeza de piedra.
Afinado al modo, le llegó 'la roca' de apodo.

Ganaba las retas en la escuela.
Ganaba en el barrio, a sus amigos y sus hermanos.
Con el tiempo quiso que se crearan las competencias contra otras escuelas. Que hubiera sido incluida también en las olimpiadas juveniles.
Pero jamás se dio.
Era su principal tema de conversación.
Y también presumía intentando flirtear en las fiestas, en la calle, con las muchachas que convivían o acercaban.
Pero como toda cultura compleja y (a veces) egoísta, jamás encontró un reflejo de admiración colectiva para que al menos lograra conformar el ´Inigualable Club del Parado de Cabeza´ al que aspiraba.
Podría haber sido un ejemplo de esmero a seguir, pero los clubes de ajedrecistas, de dominó y de juegos de mesa siempre perduraron más que ese anhelo de Eliseo.

Hoy cumple 72 años de vida Eliseo y 60 de dominar sus técnicas.
Su papá, antes de abandonar a su familia, en el cumpleaños 12 de Eliseo le había mostrado tal dominio.
Adiestrado a las sorpresas, Eliseo vio con emoción cómo su padre movía al aire sus zapatos, cómo se transparentaba su calcetín por el agujero de la suela.
—Estás borracho, Severo. —decía risueña la madre de Eliseo.
Este suceso fue elegido para siempre por Eliseo.

Ahora está postrado frente al mar, en la playa de Tampico.
Pensando.
Trae unos chores (cortos) color caqui.
Se le difumina la piel con la arena y el atuendo.
Hasta la playera que había dejado en la arena seca y lejana, allá donde no llega el mar, ya se la han robado.
Eliseo piensa en su padre.
Piensa en su pasado.
Pensaba en Violeta también, su esposa.

Mirando al revés profundizaba al mar, muy profundo.
—Qué movimientos. —se decía.
También alcanzaba a ver unos arqueos de un delfines lejanos lejanos, y sonreía.

Regresó al hotel y con entusiasmo salió bien pipo a pasear a la ciudad. Relucía viejos sabores y olores. Al parecer buscaba el contenido de sus pensamientos en una compañía. Como si la nostalgia se le fuera a convertir en una permanente melancolía.....


4 de junio de 2015

Poemas I y II


 I

Hay una existencia
pequeñita y delicada
que soy yo.

No tengo la historia del mundo,
pero la imagino en momentos.
Está ahí, muerta en su gente,
viva en las letras.

Es eterna. Yo no lo soy.

Hay la ciencia que cobija,
hay la literatura que pregunta,
hay el arte salpicando la psique.

Hay el futuro, la ciencia ficción.

Hay la muerte de siempre,
brincando de persona a persona.

Hay la muerte en el mundo.
Tanta muerte, tanto mundo.

Voy a morir, todos moriremos,
pero no lo asumimos
no nos rendimos.


II

Navego siempre en mi barquito de letras
y música.



Tú eres otro barquito de letras y música

con quien suelo acompañarme.


Y te escribo...
A veces escucho tu voz...

Es la cercanía la que siento y me hace sonreír.
La cercanía y con tus letras,
tu música y tu voz...


[Fumaba sobre un puente peatonal
preguntándome el porqué de su mala fama

mirando los camiones de basura pasar y

pensando en nuestra cercanía]


Han escrito de la lejanía
del dolor y la tristeza.



Yo prefiero escribir de la cercanía,
de cómo te siento y me siento 
al momento de escribir.

Nos escribimos, nos hablamos.


Esa forma que tiene tu ser
de mirarme.






1 de junio de 2015

Delirium





Tengo un amor 
Imposiblemente platónico 
Que habita mis sueños 
Que enciende mis ganas 
Que me hace querer vivir en otro tiempo 
En otro espacio 
En otra historia. 
París Sus cigarros 
Y su absoluta y brillante locura 
Soy su cronopio 
Soy su fama 
Soy su esperanza 
Soy su maga 
Mucho tiempo después.

 
biz.