17 de junio de 2015

Ciclos


En las calles de Westfalia extrañaran a Jürgen Klopp por muchas razones, una de ellas es por todo lo bueno que le dio al Borussia Dortmund en estas siete temporadas. 

El tipo como jugador fue la cosa más tosca que se haya visto: solo imaginen a un defensa alternando las posiciones de defensa central y delantero centro. Feo, feo. Pero los dioses del fútbol se apiadaron nuestro, y el hombre como entrenador fue todo lo contrario, y vaya que lo hemos disfrutado.








No está muy lejos de la realidad quien se atreva a decir que, seas del equipo que seas, es imposible odiar a este hombre. Puedes ser del Real Madrid, y "odiarlo" por el 4:1 que de buena gana les encajó Lewandowski, o por haber rechazado ser su DT, varias veces; puedes ser del Bayern, y "odiarlo" por romper durante dos años seguidos con la hegemonía que ejercía dicho club en Alemania; o puedes ser del Schalke04, y odiarlo porque, bueno, eres del Schalke04. Lo que no podrás negar, es que te sacó una sonrisa mientras lo veías brincar y celebrar los goles; mientras se "comía vivos" a los cuartos árbitros, o mientras le gritaba y le celebraba los goles a Pep Guardiola en la cara, porque bueno, podía hacerlo. 






Este hombre anunciaba en rueda de prensa a finales de marzo, que prescindía de su contrato, y pedía al club, lo dejara ir de buena manera, haciéndose responsable por la floja campaña del equipo, noticia que dejaba perplejo a todo el mundo del fútbol, ni hablar de los borussers...

Para este hombre no hay más que agradecimientos y elogios: por hacer del club, un punto de referencia de buen fútbol, por hacernos delirar con esas triangulaciones tan psicodélicas, y por hacernos ver el fútbol de una manera diferente. Dios sabe que este deporte necesitaba color y alegría, en una época donde se le ve tan politizado, tan economizado, tan sucio... Por todo eso, simplemente, gracias por ser usted.  





El club al que decida irse debe entender varias cosas: deben entender que fichan un técnico irreverente y controversial, empedernido, carismático, y pare usted de contar. El club que lo fiche debe entender que, en ediciones "elegantes" de la Champions League, no saldrá a la cancha un sujeto con un traje de miles de euros, sino que allí estará un tipo con su típico mono, chaqueta y gorra. Deben acostumbrarse a que en ruedas de prensa escucharán respuestas del tipo: "hemos perdido porque hicimos un partido de mierda". Pero sobre todas las cosas, deben entender que tras ese montón de disparates habrá un DT, que además de victorias y títulos, le dará al club y a sus hinchas, la sensación de sentirse querido, amado y apoyado por todo el mundo del fútbol, y eso compensa cualquier cosa.






Danke, Kloppo, danke und Echte Liebe, BVB09

Unknown

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