24 de octubre de 2015

Mundo.

Este mundo empantanado
Con sus progresos y murallas
Este mundo con sus minas a cielo abierto
y sus tiraderos
Suites imperiales
firmamentos decorados con zopilotes y
Buitres come niños

Mundo inmundo
Frontera de piedra
Alambre de púas
Y jeringas de reuso
Mundo
Este
El que mira
El que mina
Con sus cordilleras de fantasmas

Y fémures sin dueño.

19 de octubre de 2015

Morning people

por @engentada.



Creo fervientemente que un factor decisivo en mi casi completa aversión al mundo es la gente. Eso, o tengo un poderoso sentido de la crítica, que va mucho más allá del nivel social y sanamente aceptable.

Admitámoslo, buena parte de nuestra percepción de los demás viene en realidad de nuestra capacidad de criticar, razonar, y emitir juicios. Perjudiciales o no, estos juicios son los que desde pequeños nos van forjando el criterio, y al menos en mi caso han funcionado a tal extremo que me descubro a veces siendo quizás demasiado sociópata como para disfrutar lo suficiente mi tránsito por la vida.

Hace apenas unas semanas tuve la buena suerte de ser escogida por una compañía para laborar como community manager. Estoy consciente del gran contraste que implica estar finalmente ligada al área de relaciones públicas cuando mi primer pensamiento ante una persona desconocida es "ALÉJATE", pero esta vez no hablaré de eso.

El punto en realidad es que como empleada de oficina tuve que romper mi rutina de NINIfreelance y levantarme temprano cada mañana para poder cumplir con un horario de trabajo, y aún más, abordar un autobús para trasladar mi bello y frágil ser durante 40 minutos a través de la ciudad. Gracias a la primera semana en esta rutina que sigue aproximadamente el 70% de la población de mi edad llegué a la conclusión de que en la mañana o a la gente se le acentúa lo idiota, o los humanos despreciables son los que salen más temprano de su casa.

No puedo quedarme con el simple "me cagan" y ya, eso no es gracioso y raya incluso en la misantropía por sí misma, y las cosas sin sustento son lo que le ha hecho tanto mal al mundo. No tanto daño como zona Maco o Martha Debayle, pero casi. Así que evitaré caer en eso y voy a analizar esto por partes.

¤La gente es más habladora.
No sé si se deba a que se trasladen en grupo o que la probabilidad de encontrar algún amigo que por desgracia los soporte sea mayor, pero encuentro a la gente que se traslada temprano particularmente habladora. No platicona, no, no vienen platicando. Vienen echándose un monólogo bastante extenso al respecto de temas que ciertamente sólo de escucharlos ya te matan neuronas. Como el tipo que es un entrepreneur incomprendido por su jefe, el wey que se la da de muy de mundo porque viaja un chingo pero no paga su educación privada porque vive con sus padres, o la tipa que se cree profunda y por eso corta con su novio igual de básico que ella. Los mamadores abundan. Y no sé por qué pero la gente que sale a la calle en la tarde es más silenciosa y agradable.
¤ Todos llevan prisa.
¿No pueden salir más temprano? Se hacen un favor a ustedes, a su empresa, y al mundo por ser un poco menos despreciables. Puede que suene descabellado pero si salen 10 minutos antes de lo que acostumbran, sus tiempos mejoran razonablemente.
¤Todos llevan mochilas grandes.
Si hay algo peor en este mundo que un camión lleno de gente, es un camión lleno de gente con mochilas y bultos enormes. Invariablemente se paran a tu lado y te embarran la mochila en la cara, o pasan junto a ti y te empujan. O vienen a tu lado y se te entierra algo que viene mal acomodado. Tienen maneras muy creativas de ampliar su volumen al doble, y más si son de los que van al gimnasio.
Estoy convencida por esta y muchas otras razones de que la hora hace que la gente se vuelva irracional, pero hay niveles.

6 de octubre de 2015

no se pudo encriptar

―Los que nacieron en 1950 son la gente más feliz del siglo pasado a éste.
No me importan tus estadísticas, opinión, ni lo que pienses.
Comprende.
Fue importante que sus padres vinieran de la segunda guerra mundial, que quedara en el pasado, crecieron con la música de elvis presley, les tocó la mejor manufactura de coches que se haya hecho, hicieron juegos manuales, tuvieron mucha mucha imaginación, sus diseños para todo eran únicos. Crearon trabalenguas, maduraron sistemas de supervivencia, conocieron verdaderas revoluciones, políticos y héroes honestos, no financiados por gobiernos bajo alguna farsa.
Rompieron esquemas al enamorar a sus parejas, al hacer relaciones sociales, la inocencia e ingenuidad era bien valorada y el pendejismo estaba limitado en la cuna y en otros conceptos.

El cine era en blanco y negro y lo disfrutaban a otra velocidad que ahora no te da nadie más.


Tuvieron la oportunidad de drogarse por vez primera como en ningún otro entorno jamás ha vuelto a existir.


La experimentación era agua de uso, como las adicciones a las enfermedades y redes sociales de hoy.


Tuvieron libertad de creación bajo ningún control mental,

emocional, ni visual. Vivieron en montes, en campos desolados, caminaron kilómetros y kilómetros e hicieron viajes por días completos a ritmos desconocidos para nosotros.

Escribieron y reibieron cartas hechas a mano y creadas por un mismo ser humano y con sentimientos cien por ciento de una persona humana a otra.

Inventaron lenguajes.
No existían las fusiones ni el intervencionismo.

Amaron y sintieron, rieron y fueron honestos consigo mismos.

Morían vírgenes y priorizaban la dignidad.

Ahora no me digas que no pasa nada si ya han muerto mucho más de a mitad de todos esos bienacidos.

¿Qué vamos hacer?
Nos faltan treinta años para que vuelvan a nacer y dos guerras llegarán y que nadie desea creer.
Ahora dime si tú sobrevivirás.

 
biz.