16 de abril de 2015

Supercalifragilisticoespiraliheróico

Intento de crónica comiqueril (parte 1 de 2)


Monterrey, 1986.

Mi viaje a otros universos lo separaba solo el cruce de una calle. Casi en la esquina de Juarez con Tapia, justo antes de llegar al Teatro Calderón, a un lado de una Tepachería sin nombre, estaba una revistería a la que acudía puntualmente al salir de la escuela al mediodía. Y le digo revistería por llamarla de alguna forma. En realidad el local era más bien una rara mezcla de taquería, tienda y revistería, de hecho creo que las revistas eran más bien para darle uso a una pared en la que no cabía ninguna otra cosa.

Dependiendo de mi presupuesto, entendiéndose por presupuesto las ferias que olvidaban mis papás pedirme, era que decidía que revista comprar. En un buen día me iba con hasta 6 revistas a casa pues en realidad eran baratas.

Abundaba la oferta de libritos estilo "Sensacionales", que iba desde aventuras de traileros hasta eróticas, pasando por géneros del viejo oeste donde El Libro Vaquero era el rey indiscutible. Mi favorita era el "Sensacional de Horror" que por un tiempo fue mi vicio, hasta que luego descubrí que en realidad eran re-fritos de historias de H. P. Lovecraft y E. A. Poe.

Luego venían los cómics como Simón Simonazo, El Tranzas, Capulinita, El Mil Chistes. Me gustaban mucho, sobre todo el primer título. Sé que en algún lado aun conservo la credencial de miembro de la Chizz Army.

El género de Lagrimas y Risas, Kalimán, Rarotonga, Memin Pinguin, etc. nunca fueron muy de mi agrado. En mi mente el género era "las revistas sepia". Solo la portada era muy colorida, pero al abrirlas descubría que todo su contenido no solo estaba impreso en blanco y negro, sino en un horrendo color sepia. Sentía que me estaban engañando y las dejaba de lado.

Finalmente llegaba a mi sección favorita de superhéroes. Obvio que Superman y Batman eran los dos títulos imprescindibles para mí. Me tocó vivir el universo pre-Crisis, con un Superman capaz de sacar de órbita planetas con su fuerza y un Batman regresando apenas a sus oscuros orígenes, más violento y siniestro. Atrás había quedado el daño hecho por las caricaturas de Los Superamigos, y estaba por iniciar el gran parte aguas que fue Crisis en las Tierras Infinitas, recordando que acá en tierras mexicas nos llegaban con retraso las historias y se vino editando tarde.

DC tenía todo lo que me gustaba. Cómics de equipos de héroes que se la pasaban yendo y viniendo del futuro lejano como La Legión. Títulos "raros" como Ragman y Manbat. Crossovers tan locos como la pelea de Superman VS Mohamad Ali o con Captain Carrot (un super-conejo). Y unos Teen Titans que aún conservaban forma humana antes de ser híper-caricaturizados. Había cierto humor absurdo implícito en DC aquellos días, cosa que se ha perdido hoy, quizá con excepción de The Flash.

Marvel para mí se reducía a tres títulos: Spiderman, Fantastic Four y Avengers. La muerte de Gwen Stacy, el nacimiento de Franklin Richards y Hércules como parte de Avengers, haciéndosela de tos a Thor. Si, con Avengers Stan Lee se tomó muchas libertades, pero ejecutado con un humor muy a su estilo. Ha sido refrescante ver que este humor Marvel lo ha sabido trasladar a sus filmes.

A la vuelta de la esquina estaban por venir los 90´s y el boom comiquero que se fue tan rápido como llegó. Pero esa, es otra historia.

...continuará

Luiz

Author & Editor

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