Viajo por las edades de tus manos
Por los veranos de tu boca
Por los veranos de tu boca
Me quedo a esperar el vaivén de tus piernas
La muerte oscura y dulce de tu beso
Dos labios que no dicen nada
Que se queman en el aire espeso
De una tarde
Te espero, tu espera es mi patrimonio.
Me he vuelto viejo y un niño esperando
recordando la música de las estaciones de tu cuerpo.
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