20 de noviembre de 2015

25 verdades.


Luego de mis años de cómoda adolescencia, me atreví a mirarme fuera de la neblina de la negación. Descubrí, casi con horror, que me había transformado en un adulto.
Uno, pese a lo mucho que lo intente, no puede evitar crecer. Y es en esas circunstancias en donde miras a tu alrededor y empiezas a preguntarte qué hiciste mal.
No, no hiciste nada mal. Sólo te alcanzó la edad. Y entre todos los cambios de los que me dí cuenta por experiencia propia y algunas más que me han contado mis amigos, destaco estas 25 verdades universales de convertirse en un adulto.
1. Nunca te pagan lo suficiente.
2. Siempre será demasiado pronto para tener hijos.
3. El sueño que tenías cuando ibas a la escuela no es nada comparado con el sueño que tienes cuando trabajas.
4. No importa qué edad tengas, estando solo en tu casa o en el trabajo, jamás dejas de jugar.
5. Siempre hay alguien que hace las cosas mejor que tú.
6. Nunca sabrás por qué quieres trabajar con ellos. Ni tu entrevistador lo sabe.
7. El mundo es un desmadre y esta muy mal. Siempre lo ha sido, y siempre lo será.
8. Un inodoro, una cama y un refri son necesarios. Lo demás son comodidades.
9. El rebelde termina en donde comienza el salario.
10. Lo que puedes dejar para dedicarte a trabajar, es un hobbie.
11. Lo que no puedes dejar para dedicarte a trabajar, es una pasión. Cultívala.
12. Conoces a más gente de la que eres capaz de recordar.
13. Tienes menos amigos de los que creías recordar.
14. Todos tenían razón: los mejores años son los de la adolescencia.
15. Extrañas preocuparte por tarea y clases.
16. Tu título no importa.
15. Si no se dedica a nada y se la vive de peda o de viaje, es junior, vividor, o narco.
16. Te preocupa más ahorrar que gastar.
17. Te preocupa más salir a comer que salir a beber.
18. Los niños ya no te caen tan mal.

19. A estas alturas, ya no te importa que tu jefe vea el meme de minions que compartiste en Facebook.
20. Comienzas a considerar seriamente tomar clases de baile.
21. Comienzas a considerar seriamente hacer ejercicio.

22. Ya sabes para qué sirve la butilhioscina, la ranitidina y el paracetamol.

23. Nunca dejan de gustarte las caricaturas ni los super héroes.
24. Tu auto deja de ser algo que puedes presumirle a tus amigos y comienza a ser algo que te permite ir de un lugar a otro fácilmente.
Y por último, pero más importante:
25. Comienzas a entender que ningún adulto tiene ni puta idea de lo que está haciendo; todos están improvisando.

Unknown

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