17 de septiembre de 2015

Los Artistas


En la generación cinéfila de hoy día, cuando los jóvenes en su gran mayoría ven cine desde Titanic hasta acá, cuesta encontrar jóvenes enamorados del cine en blanco y negro, del cine mudo, del cine de antes. Más difícil aún es encontrar un director que se anime a hacer cine en blanco y negro en un siglo donde lo que se ve por todos lados es el CGI de las películas de acción, por eso desde este blog se le agradece al Sr. Michael Hazanavicius por darnos 'El Artista', película que en plenos siglo 21, el siglo del CGI y el siglo de las comedias románticas pedantes y clichés, da un golpe de mesa y nos trae esta comedia en blanco y negro, muda  y que nos cuenta una historia de amor para nada aburrida.

'El Artista' título por demás adecuado, a simple vista nos muestra el cine y la actuación desde sus inicios: sin habla y con mucha responsabilidad en las bandas sonoras, que se encargaban de enfatizar las escenas de vértigo dentro de la película.

En tan solo cinco años (1927-1932) Hazanavicius nos muestra cómo fue el cambio, la evolución que sufrió el cine en su transformación de ser mudo a tener diálogos con audio, y cómo lo vivieron las estrellas del presente que veían cómo esa nueva oleada de cambios los dejaba en el olvido. Dependía de ellos adaptarse y seguir la corriente o morir con su orgullo y quedar en un limbo.

Éso a simple vista. Adentrándose en la trama, 'El Artista' muestra al ser humano en todo su esplendor: con todos sus miedos y sus infinitos defectos.

Fue tarea de Jean Dujardin (en una soberbia actuación que le dio el Oscar por su papel de George Valentin) mostrarnos qué tan bajo puede llegar a caer el ser humano cuando su envidia le impide adaptarse a la sociedad, cuando su orgullo le impide resistirse al cambio, a la evolución.

El Sr. Dujardin muestra que George, famoso actor de cine mudo, como todo buen humano, teme al cambio, a lo desconocido, a los ciclos mismos de la vida. Y que serán esos mismos miedos, esa misma resistencia lo que lo lleve al exilio y a su perdición.

Pero no hay que dejarse engañar por todas estas notas oscuras y de defectos. La obra de Hazanavicius nos deja ver cómo todas esas adversidades son superables cuando se tiene a alguien que se preocupa por ti, que quiere lo mejor para ti, y ese es el papel de Peppy Miller (Bérénice Bejo), la actriz en ascenso del cine sonoro que se encargará de sacar de su capricho al personaje interpretado por Dujardin.

Como les decía: comedia romántica que no aburre, que muestra al cine desde sus comienzos; comedia romántica que te muestra qué tan bajo puede llegar a hundirse el mismo ser humano.

Y, claro, no se podía terminar esta nota sin hacer mención al personaje favorito por excelencia del público: Uggie. El perro de George que está a su lado durante toda la película y cuya interpretación fue tan buena que le valió una Palma de Perro, en el Festival de Cannes.

Uggie nos abandonó el pasado 15 de Agosto, a los 13 años de edad, por un cáncer de próstata. A él gracias por demostrarnos una vez más que ese cliché de ser el mejor amigo del hombre, puede llegar a ser cierto. A él, el título de esta nota.

Puntuación final: 10/10.

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